LA HUMANIDAD algún día podría vagar por el cosmos a través de planetas que flotan libremente, si la teoría de un científico llega a buen término.
En lugar de subirse a una nave espacial gigante para escapar de una catástrofe planetaria, las civilizaciones podrían usar un planeta que flote libremente, según un nuevo estudio presentado en el International Journal of Astrobiology.
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Los planetas flotantes son objetos de masa planetaria que actualmente no orbitan una estrella.
Muchos de estos planetas sin ataduras, cada uno del tamaño de Júpiter, se encuentran en una región de la Vía Láctea conocida como la asociación estelar Upper Scorpius OB.
Y ahora, una investigadora, Irina Romanovskaya, propone que «las civilizaciones extraterrestres pueden usar planetas que flotan libremente como medio de transporte interestelar para alcanzar, explorar y colonizar sistemas planetarios».
Romanovskaya argumenta que las civilizaciones extraterrestres altamente avanzadas (ETC) ya pueden estar haciendo esto y dejando atrás firmas tecnológicas en el proceso.
«Las emisiones inexplicables de radiación electromagnética observadas solo una o varias veces a lo largo de las líneas de visión de los sistemas planetarios, cúmulos de estrellas, galaxias y regiones aparentemente vacías del espacio pueden ser firmas tecnológicas producidas en planetas flotantes ubicados a lo largo de las líneas de observación». dice Romanovskaya.
¿De dónde viene esta teoría?
Hasta la fecha, los astrónomos han descubierto entre 70 y 170 planetas que flotan libremente.
Y es posible que estos planetas lleven su propia vida en los océanos subterráneos, que se mantienen calientes por la descomposición radiogénica, informó Science Alert.
Entonces, cada vez que la gravedad atrae a un planeta que flota libremente a la órbita de una estrella, haciéndolo efectivamente más hospitalario, esa vida esencialmente se ha transportado a un entorno más habitable.
Ante este escenario, Romanovskaya pregunta: ¿por qué las ETC no pueden hacer lo mismo?
Los planetas flotantes, cuando actúan como un bote salvavidas, ofrecen ventajas innegables, como ofrecer «gravedad superficial constante, grandes cantidades de espacio y recursos», escribe Romanovskaya.
«Los planetas que flotan libremente con océanos superficiales y subterráneos pueden proporcionar agua como recurso consumible y para protegerse de la radiación espacial».
La fusión nuclear controlada como fuente de energía
En teoría, un ETC avanzado podría dirigir un planeta flotante hacia fuentes de energía a través de una «fusión controlada», dice Romanovskaya.
La fusión, también conocida como «fusión nuclear», ocurre cuando dos o más núcleos atómicos se combinan para formar uno o más núcleos atómicos diferentes y partículas subatómicas (neutrones o protones).
Debido a que la masa total del único núcleo resultante es menor que la masa de los dos núcleos originales, queda algo de masa que se convierte en energía.
Si bien el concepto de «fusión nuclear controlada» aún no es una realidad, los investigadores han jugado con la idea como fuente potencial de energía.
En el estudio, Romanovskaya sugiere que los ETC avanzados ya pueden estar utilizando esta técnica para convertir un planeta que flota libremente en un objeto de supervivencia temporal.
Cuatro formas en que los ETC podrían viajar en planetas flotantes
Romanovskaya ofrece cuatro escenarios de cómo los ETC pueden viajar desde sus mundos natales a planetas flotantes.
El primero apunta a planetas flotantes que pasan por un mundo natal de ETC.
Si un ETC está lo suficientemente avanzado y los planetas que flotan libremente generalmente se acercan a su mundo de origen, es posible que tengan la capacidad de detectarlo y acercarse.
El segundo escenario implica el uso de «tecnología astronómica» para dirigir un planeta flotante más cerca del mundo de origen de una civilización para que pueda viajar al objeto sobre el que se está sobrevolando.
La «ingeniería astronómica» describe tecnologías o métodos utilizados para alterar el movimiento de los objetos cósmicos.
El escenario tres describe una civilización que podría usar la ingeniería astronómica para expulsar activamente un objeto de su sistema planetario, transformándolo artificialmente en un planeta que flota libremente.
Sin embargo, este escenario, que requeriría una tecnología muy avanzada y poderosa, podría presentar una serie de problemas potenciales.
Por ejemplo, traer un gran objeto extraño a un sistema solar interior interrumpiría las órbitas de los planetas vecinos.
Y en el cuarto escenario, si una civilización pudiera determinar con precisión cuándo un planeta se volvería flotante, digamos, después de la pérdida de su Sol, podría sacar ese planeta del moribundo sistema solar.
En todas estas situaciones, una civilización podría escapar del desastre a través de un planeta que flota libremente, pero es importante tener en cuenta que estas son solo soluciones temporales.
«Para todos los escenarios anteriores, los planetas flotantes pueden no servir como un medio permanente para escapar de las amenazas existenciales», explica el autor.
«Debido a la disminución de la producción de calor en su interior, estos planetas finalmente no pueden albergar océanos de agua líquida (si es que tales océanos existen)».
¿Qué pasa con la humanidad?
En unos 5 mil millones de años, nuestro Sol se transformará en una gigante roja, se expandirá y engullirá los planetas interiores, incluida la Tierra.
Si la humanidad todavía existe en este momento, ¿estaremos lo suficientemente avanzados para sobrevivir?
Es imposible saberlo, pero si es así, tal vez los humanos prueben la teoría de Romanovskaya y salten a un planeta que flota libremente.
Como las naves espaciales actualmente carecen de las capacidades para ayudarnos a escapar de las amenazas existenciales, este método puede ser la única opción para los humanos en el futuro.
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